Si te preguntan: ¿ a qué te dedicas? Quizás tu respuesta puede ser: monto mesas dulces, hago tartas. Y eso está bien, pero no le estamos proporcionando a nuestro posible cliente la información necesaria en el menor tiempo posible como para retener su atención y que se interese por saber más sobre nuestro trabajo. Necesitamos trabajar ese breve discurso con el que respondemos para que sea rápido, conciso y, sobre todo, para que en pocos segundos capte el interés inmediato de nuestro interlocutor y quiera saber más.